La Ley N° 19.253, también conocida como Ley Indígena, señala en su título VI que la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI, es el servicio público, funcionalmente descentralizado “encargado de promover, coordinar y ejecutar, en su caso, la acción del Estado a favor del desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas, especialmente en lo económico, social y cultural y de impulsar su participación en la vida nacional, a través de la coordinación intersectorial”.
Para la Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago, OAIS, de CONADI, este mandato plantea importantes desafíos que ha decidido asumir en convenio con la Cátedra Indígena de la Universidad de Chile, con el objetivo de generar la Tercera versión del Diplomado en Extensión “Género, Etnicidad y Políticas Públicas Macrozona Central 2022” para que personas indígenas y dirigentes potencien sus liderazgos en la generación y participación de políticas públicas indígenas.
A continuación el listado de las/os seleccionadas/os:
La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena Metropolitana y la Cátedra Indígena del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile convocan al Tercer Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas (versión online). Las postulaciones se recibirán desde el día jueves 28 de julio hasta el día lunes 15 de agosto a las 23:59 hrs del año 2022.
La Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago de CONADI y la Cátedra Indígena del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile convocan al 3º Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas Macrozona Central 2022, para personas indígenas de las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Libertador Bernardo O’Higgins y Región Metropolitana, con el objetivo que potencien sus liderazgos en la generación y participación de políticas públicas indígenas.
El Diplomado de Extensión cuenta con 30 cupos para personas indígenas, pertenecientes a uno de los diez pueblos indígenas reconocidos en la Ley Nº 19.253, que sean mayores de 18 años, con experiencia como dirigente y que residan en las regiones anteriormente señaladas. El Diplomado es totalmente gratuito -sin costo asociado para las/os participantes- y se realizará en modalidad online. Quienes participen deben asegurar que cuentan con el equipamiento mínimo para poder realizar el Diplomado (conexión a internet estable y dispositivo computacional o smartphone para acceder a las clases).
El curso se compondrá de cuatro módulos, los cuales abarcarán conceptos y definiciones de mujeres y género; liderazgos y agencias femeninas a lo largo de la historia republicana; feminismos indígenas; derechos y demandas indígenas, entre otros tópicos. Además, el diplomado concluirá con un taller de formulación de proyectos con perspectiva de género, enfocado en la oratoria y manejo de escenarios públicos, acreditando 222 horas cronológicas.
El Diplomado estará compuesto por sesiones sincrónicas (enfocadas en los contenidos más teóricos), y sesiones asincrónicas que consideran la revisión de material de apoyo, audiovisual, lecturas y material creado por las invitadas del curso. Cada módulo de clases consta de una sesión sincrónica tipo taller donde se profundizarán los contenidos y se realizará la evaluación del módulo respectivo.
Se recibirán postulaciones desde el día lunes 18 de julio hasta las 12:00 del día viernes 12 de agosto y las clases comenzarán el día martes 23 de agosto, extendiéndose hasta el día martes 22 de noviembre del 2022. Éstas se llevarán a cabo los días martes y jueves de 18:30 a 20:30 horas en modalidad virtual. Es requisito fundamental para participar de este Diplomado que quienes participen cuenten con las condiciones tecnológicas y digitales mínimas que le permitan cumplir con los requisitos del curso.
Para más detalles de este llamado descarga su documento de convocatoria y pincha aquí para acceder al formulario de postulación: https://forms.gle/zrmFGz1ESW5juWqJA
La Ley N° 19.253, también conocida como Ley Indígena, señala en su título VI que la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena, CONADI, es el servicio público, funcionalmente descentralizado “encargado de promover, coordinar y ejecutar, en su caso, la acción del Estado a favor del desarrollo integral de las personas y comunidades indígenas, especialmente en lo económico, social y cultural y de impulsar su participación en la vida nacional, a través de la coordinación intersectorial”.
Para la Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago, OAIS, de CONADI, este mandato plantea importantes desafíos que ha decidido asumir en convenio con la Cátedra Indígena de la Universidad de Chile, con el objetivo de generar la Segunda versión del Diplomado en Extensión “Género, Etnicidad y Políticas Públicas Macrozona Central 2021 para que personas indígenas y dirigentes potencien sus liderazgos en la generación y participación de políticas públicas indígenas.
A continuación el listado de las/os seleccionadas/os:
La Corporación Nacional de Desarrollo Indígena Metropolitana y la Cátedra Indígena del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile convocan al Segundo Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas (versión online). Las postulaciones se recibirán desde el día miércoles 4 de agosto hasta el día miércoles 25 de agosto a las 23:59 hrs.
La Oficina de Asuntos Indígenas de Santiago de CONADI y la Cátedra Indígena del Departamento de Antropología de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile convocan al 2º Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas Macrozona Central 2021, para personas indígenas de las regiones de Coquimbo, Valparaíso, Libertador Bernardo O’Higgins y Región Metropolitana, con el objetivo que potencien sus liderazgos en la generación y participación de políticas públicas indígenas.
El Diplomado de Extensión cuenta con 30 cupos para personas indígenas, perteneciente a uno de los diez pueblos indígenas reconocidos en la Ley Nº 19.253, que sean mayores de 18 años, con experiencia como dirigente y que residan en las regiones anteriormente señaladas. El Diplomado es totalmente gratuito -sin costo asociado para las/os participantes- y se realizará en modalidad online. Quienes participen deben asegurar que cuentan con el equipamiento mínimo para poder realizar el Diplomado (conexión a internet estable y dispositivo computacional o Smartphone para acceder a las clases).
El curso se compondrá de cuatro módulos, los cuales abarcarán conceptos y definiciones de mujeres y género; liderazgos y agencias femeninas a lo largo de la historia republicana; feminismos indígenas; derechos y demandas indígenas, entre otros tópicos. Además, el diplomado concluirá con un taller de formulación de proyectos con perspectiva de género, enfocado en la oratoria y manejo de escenarios públicos, acreditando 222 horas cronológicas.
El Diplomado estará compuesto por sesiones sincrónicas (enfocadas en los contenidos más teóricos), y sesiones asincrónicas que consideran la revisión de material de apoyo, audiovisual, lecturas y material creado por las invitadas del curso. Cada módulo de clases consta con una sesión sincrónica tipo taller donde se profundizarán los contenidos y se realizará la evaluación del módulo respectivo.
Se recibirán postulaciones desde el día miércoles 4 de agosto hasta las 23:59 del día miércoles 25 de agosto y las clases comenzarán el día martes 31 de agosto, extendiéndose hasta diciembre del 2021. Éstas se llevarán cabo los días martes y miércoles de 18:00 a 21:00 horas en modalidad virtual. Es requisito fundamental para participar de este Diplomado que quienes participen cuenten con las condiciones tecnológicas y digitales mínimas que le permitan cumplir con los requisitos del curso.
Para más detalles de este llamado descarga su documento de convocatoria y pincha aquí para acceder al formulario de postulación: https://forms.gle/cmv6E4mKHWdLJUEY7
Actualmente en Chile ha emergido una producción artística que impulsa el rescate y la resignificación de la cultura mapuche siendo un ejemplo de ello el arte visual mapuche contemporáneo. Esta producción artística no sólo rescata y reivindica la identidad mapuche de las y los artistas que la realizan, sino que contempla otras reivindicaciones identitarias como el género, clase y generación, posibilitando nuevas formas de resistencia cultural e instalando imaginarios propios.
Hoy en día, como mapuche nos encontramos diseminados y diseminadas en urbes lejos de nuestro origen, siendo despojadas y despojados de nuestra lengua, territorio y muchos otros elementos que han repercutido en nuestra construcción identitaria, y por tanto en los posibles caminos hacia la reivindicación, autodeterminación y al activismo. En este contexto, no se puede obviar que estamos siendo sistemáticamente permeados por la cultura de masas, pero sin embargo, continúa en cada una nosotras y nosotros la necesidad de resignificar nuestra posición, ya sea desde la academia, la política o el mismo arte.
En este sentido, hace algunas décadas, la identidad se ha tornado un punto reflexivo, tanto en la escritura, como en la historia y el arte, lo que ha convocado la urgencia de mirarnos hacia el interior, siendo un reto continuo indagar en el terreno de la identidad dejando atrás ciertos esencialismos, permitiendo tensionar la diversidad en la que hoy configuramos ser mapuche.
Por lo anterior, es pertinente cuestionarse bajo qué procesos nos hemos alejado de estereotipos o construcciones identitarias ajenas, constatar cómo la creación artística se ha aproximado a una construcción imaginaria de nuestras identidades mapuche, incorporando elementos identitarios actuales como ser warriache, champurria y exceder-derribar el binarismo de género. En consecuencia, es fundamental hacer una lectura crítica de ciertos lugares que por décadas han estado asociados a nuestra identidad mapuche desde una óptica ajena, categorías como terrorista, flojo, pobre, se instalaron como un mecanismo diferenciador en términos de definición winka-occidental sobre nosotras y nosotros, hecho que constata las profundas heridas que desde la colonización permean la visión de qué es ser mapuche. Es preciso por ello, salirse de los lugares subalternos asignados por occidente, dar un giro a las potencialidades creativas de nuestro pueblo y volcarlo en el arte contemporáneo, lo que a su vez es también una muestra de los diferentes espacios de lucha que hoy las nuevas generaciones están tomando y empleando como un sitio de visibilización de las distintas problemáticas que cruzan nuestra identidad.
La experiencia de investigación que se plantea resume dos años de trabajo de campo, incorporando las visiones de 18 lamngenes artistas que accedieron a participar, escena en la que confluyen mujeres, disidencias y hombres, provenientes de distintas disciplinas como la pintura, la escultura, el cine, la instalación y la performance, destacándose la mixtura del grupo-comunidad participante, donde fue posible apreciar en cada uno de sus discursos la potencia y proyección que actualmente tiene la creación artística contemporánea mapuche.
Para dar cuenta de la investigación considero pertinente destacar algunos elementos contextuales de esta escena, como la generación e imaginarios, los espacios de exhibición y mencionar algunas obras que dan cuenta de la apertura y significación que este espacio está teniendo en la actualidad.
Generación e imaginarios:
Ante la diversidad que abarcó la investigación es preciso establecer una diferenciación generacional respecto a los imaginarios identitarios propuestos por las y los artistas, diferenciando en tres grandes grupos generacionales. La década de los 90´ se definía por el foco de – “la autodeterminación mapuche”- generación en la que es posible apreciar un imaginario donde los y las artistas principalmente abordaban una reivindicación de la identidad étnica. La segunda generación se ubica en la primera década de los 2000, en la cual el imaginario propuesto complejiza paulatinamente la identidad mapuche -mapuche-Warriache. Mientras que el último periodo, comprendido desde el 2010 a la fecha, se incorpora una mayor cantidad de artistas quienes mayoritariamente se identifican con la identidad mapuche-champurria, correspondiendo al concepto de identidades interseccionales.
Espacios de exhibición:
Una de las problemáticas que tensiona la escena artística son los espacios de exhibición, pues, pese a la progresiva apertura que han tenido es necesario hacer un cuestionamiento hacia estos lugares, pues si bien algunas y algunos artistas se sienten conformes con exhibir en lugares como galerías privadas, universidades o museos, otros no comparten esta visión, pues plantean que el límite entre la apropiación cultural y el interés genuino es muy difuso, por lo cual el exponer en dichos lugares se transforma en una disputa por espacios que han estado en manos de la élite y donde se ha configurado un discurso de imaginarios complacientes para el Estado Chileno.
Algunas obras:
Al hacer un recorrido por las obras y los discursos de las y los artistas participantes en la investigación, destaca la creación efectuada por Bernardo Oyarzún en Bajo sospecha (1998) obra que marca un paso fundamental para la visibilización del arte visual mapuche contemporáneo, empleando Photoshop logra problematizar la detención bajo sospecha como medida represiva empleada en la época. You will never be a Weye (2015), performance de Sebastián Calfuqueo quién propone un enfoque interseccional de la identidad mapuche por medio de la problematización de la desaparición de la figura del machi weye de la cultura mapuche. Mala Junta (2016) dirigida por Claudia Huaquimilla, película que marca un referente para la producción cinematográfica mapuche, empleado el contexto territorial mapuche como el espacio reflexivo de los conflictos de la juventud. Etnoturismo (2017) de Paula Baeza Pailamilla y Mariairis Flores, performance en la que la artista se encuentra tejiendo dentro de una cápsula transparente, proponiendo un diálogo solapado entre ella como sujeto-objeto de la obra y el público. Kutrankulei, el enfermo (2017) de Khano Llaitul y Anthony Nahuelhual, es una obra de teatro que plantea un teatro mapuche a lo mapuche, elaborando desde el guion hasta su puesta en escena junto a su comunidad. Cosecha (2018) de Francisco Vargas Huaiquimilla, performance en la que el cuerpo disidente es la plataforma de crítica al extractivismo de las forestales, entre otros elementos que cruzan los territorios físicos y simbólicos de ser mapuche. Estas obras son algunas de las citadas en la investigación, artistas que contribuyen a construir imaginarios que incorporan otras problemáticas identitarias de lo mapuche, como el género y los territorios.
Conclusiones
Mediante esta investigación no sólo fue posible establecer una mirada hacia el quehacer de las y los artistas, sino como en sus creaciones se visibiliza la urgencia que tenemos de pensarnos como pueblo, aludiendo a un momento histórico en que podemos imaginarnos a cada una y uno de nosotras, rescatar la diversidad de nuestros cuerpos, los diversos territorios que habitamos, configurando con ello, más allá de un imaginario individual, el imaginario de nuestro pueblo desde nuestro pueblo, habitando un lugar reflexivo negado por siglos.
Es preciso comentar que más allá de la revisión de un caso de estudio desarrollado por una investigadora mapuche entorno al arte mapuche contemporáneo, este apartado considera pertinente evidenciar la envergadura de la producción artística actual, que marca una escena artística mapuche que considera urgente expresar por medio de sus obras las tensiones de una época.
En el contexto en que vivimos, el arte sigue fortaleciendo los espacios de reflexión comunitaria, apostando por visibilizar problemas latentes en espacios como la calle y saliendo de galerías, compartiendo en parte el recorrido del arte mapuche contemporáneo, que por décadas luchó y continúa disputando un espacio propio, en el que se proponga un discurso desde la mixtura de nuestro pueblo.
Carolina Herrera Rojas (54), nació en La Serena y vive en Coquimbo hace 16 años. Es la mayor de tres hermanos y es madre de tres hijos. Heredó el rango espiritual de su bisabuelo de meica o sanadora diaguita. “Fue mi abuela quien me dijo que tenía el don para realizar la labor de meica, una sanadora”.
En octubre de 2019 fue una de las líderes que estuvo a cargo de dos charlas en el Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas dirigido a mujeres indígenas, organizado por Conadi y la Cátedra Indígena de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Chile. Ante ello, destaca que “muchas mujeres indígenas hoy se están congregando. Conversamos temas comunes, identificándonos con una herencia muy similar”.
Según el Censo de 2017, 88.474 personas se autoidentifican como diaguitas, siendo el tercer grupo indígena más numeroso tras el pueblo mapuche y aymara en Chile. Sin embargo, Carolina Herrera es crítica al señalar que hasta la actualidad existen certificaciones estancadas. “Estamos esperando hace dos años que se reconozcan 200 apellidos diaguitas, porque muchos fueron castellanizados por las encomiendas. Se hace un trabajo muy exhaustivo de parte de investigadores, pero seguimos esperando”.
“Hoy como pueblo no tenemos reconocimiento territorial, por eso estamos buscando formas legales de que se establezca nuestro territorio como zona geográfica ubicada por cerca 90.000 diaguitas autoreconocidos”, enfatiza Herrera.
Carolina Herrera trabaja en temáticas de revalorización de los pueblos indígenas, investigando sobre diversos utensilios como las piedras chancoanas y las de moliendas, indaga acerca del patrimonio inmaterial de los bailes chinos y el patrimonio alimentario diaguita.
Por Paula Huenchumil
-¿En qué consiste la cocina diaguita?
La cocina diaguita en realidad es una recuperación de memorias cocineras, más que un tipo de cocina indígena como tal. Lo que estamos haciendo como comunidades u organizaciones, es recopilar todos los procesos cocineros de nuestras abuelas y madres, es algo viviente. Nuestro pueblo tiene manifestaciones cocineras vivas, los tipos de comidas, sabores, el sazón, los condimentos, que sabemos que después se transforman en una cocina mestiza con distintas influencias según la época.
Los lunes comemos granos, una herencia muy andina, una manifestación ritual y espiritual que trae abundancia o que quiere decir que la semana será muy buena. La cocina diaguita tiene que ver con ese sabor de abuela, cuando las personas comen un puré de chicharos o mazamorra trae consigo una memoria sensitiva.
La gente ha vuelto a comer el “macho rucio” que es una mezcla de harina con leche (leche de cabra) y un poquito de canela, un postre que carameliza con azúcar. En la cordillera todavía la gente come porotos casi todos los días, también el cocho, que es agua o leche caliente con harina tostada como cereal matinal que te da fuerza para el día completo. También hay platos que se han ido perdiendo como el poroto con luche, eso lo hemos ido viendo con los testimonios, antes era muy normal, ahora la gente dice “hace 50 años que no como poroto con luche”. Entonces hay algunos que han perdido y otros que se conservan por estación, como las pasteleras cuando el choclo está en abundancia de diciembre a abril.
Más que recuperación o revitalización es valoración de los alimentos, puesto que nuestra base alimentaria era muy potente para la actividad. Antes los esfuerzos laborales eran muy duros, actividad minera y campesina, los trabajos eran de mucho esfuerzo físico de sol a sol, entonces había que comer platos que proporcionan gran cantidad de energía.
Carolina Herrera en el Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas
-Desde la visión diaguita, ¿cuál es la relevancia de la alimentación
Todo se basa en la cosmovisión que es el respeto a la madre tierra y este respeto tiene que ver con un orden, un equilibrio geo-dimensional, dónde está el sustrato de la tierra y cómo está ubicado, por ejemplo, si está cerca cerca del mar, el piso ecológico va dando las diferentes fuentes alimentarias.
Una alimentación rica y equilibrada con tubérculos, camotes, variedades de frutos secos, el algarrobo, chañar, churque. La fuente alimentaria la proporciona el mismo territorio, de cordillera a costa se hacía un intercambio poderoso, se produce un flujo de intercambios de alimentos que se sostiene con dificultad hasta ahora, pero se sostiene.
-¿Cuál es su visión del cambio climático o como se denomina hoy “emergencia climática”?
Yo creo que es un todo, es una crisis climática y cosmogónica en términos de espiritualidad porque la tierra está sobreexplotada en todo orden. Sabemos que son empresas extranjeras que vienen a hacer explotación minera y que tienen amplias facilidades para hacerlo. No hay un protocolo de cuidado, y si es que hay, no se respeta.
Explotan los ríos, las aguas subterráneas, las que son fundamentales, hoy están muy contaminadas y alteradas. También está la agricultura con agrotóxicos, los cuales son nefastos para la población, porque se expanden por todo el sector de los valles. En el caso de los valles de Elqui, Limarí y Choapa-la producción pisquera, vinera y hortofrutícola- utiliza grandes cantidades de agrotóxicos nefastos para el equilibrio de la población, del entorno y flora y fauna porque extermina gran variedad insectos que permiten el equilibrio de las plagas y eso es una cadena. Se van muriendo los sostenedores de ese equilibrio, las abejas, insectos que ayudan a las plantas y también el mismo sustrato se va debilitando por la sobreexplotación porque se siembra todo el año papas y no se respetan los ciclos de la tierras.
Labor de meica
Carolina Herrera en el Diplomado de Extensión en Género, Etnicidad y Políticas Públicas
-¿Cómo supo de su labor de meica o sanadora?
Por herencia. Mis dos abuelas eran curanderas naturales, aquí no hay títulos, ni cursos de capacitación. Son herencias naturales en una vida que necesita tener ciertos conocimientos de la medicina al alcance doméstico o cotidiano. Sabían reconocer si la energía de una casa estaba muy cargada, o si había un niño con mal de ojo, hacían sahumerios o santiguaban, porque se va mezclando esa cosa católica con indígena. Por el lado paterno, tengo un bisabuelo que era meico-curandero, yerbatero y partero, de hecho él ayudó a mi abuela a traer a mi papá, y él lo había heredado a su vez de su abuelo.
Como a los 20 años me empecé a dar cuenta que podía dar masajes, pasaron varios años, y cuando tenía 33 empecé a estudiar técnicas de reflexologías, masoterapia y eso asienta una responsabilidad en un aspecto curandero que quería manifestar y ayudar, nunca con el afán monetario, solo aporte recíproco. Ahora atiendo a mucha gente dentro de los tiempos que puedo. Me hice responsable de una herencia curandera, yerbatera, de meica. Mi abuela me dijo como a los 30 años que yo era la meica de la familia, me lo dijo en vida y para mi fue súper fuerte, porque no tenía tan claro que era eso.
-¿Cómo es el proceso con el paciente?
Hay personas que tienen diferentes formas de establecer el diagnóstico de un enfermo, algunos les ven las aguas, a mí más me acomoda es la disposición de manos, ahí establezco un vínculo de mucho respeto con la persona y alineo una energía en distorsión que tiene la persona, que probablemente eso le está provocando una enfermedad, una pena, una cefalea o una depresión, un sentir que no ha sido trabajado o evolucionado. Después puede ser un sumerio para que descargue esa energía y si la persona está muy afecta lo coloca en una camilla y hago una descontractura, trabajo como compositor de huesos, que es trabajar la musculatura, las extremidades.
En un momento aspiré a tener los conocimientos parteros de mi abuelo, pregunté en sueños a los ancestros y pedí que se me fuera relevado y en los sueños me dicen que sí, pero partería de los despachos, eso significa que cuando las personas mueren y van a otro plano. Entendí que los últimos 10 años que iba a funerales hacía ruegos, que también ayudo a las personas que se van para ese paso.
Sres.
Comisión Interamericana de DD.HH.
Washington DC, 13 de diciembre de 2019.
Mediante la presente, entregamos esta carta como sistema de alerta temprana, con el objetivo de notificar a la CIDH a través de la relatoría Afrodescendiente la situación, el peligro y la amenaza que hoy el pueblo tribal Afrodescendiente chileno y el pueblo Indígena está sufriendo sobre la vulneración de sus derechos fundamentales.
El gobierno de Chile y los partidos políticos actualmente discuten acerca de los mecanismos para una nueva Constitución, después del estallido social que actualmente continúa desde el 18 de octubre, el cual se quiere dejar fuera la participación de los pueblos indígenas y del pueblo tribal afrodescendiente al debate constituyente.
Nos parece imprescindible que una nueva carta magna que sea plenamente representativa incorpore sin ambigüedades la condición de plurinacionalidad del país y reconozca a cabalidad los derechos de los pueblos indígenas y del recientemente reconocido pueblo tribal afrodescendiente con la ley de reconocimiento 21.151 promulgada este 16 de abril de 2019.
El resguardo de la naturaleza, derecho a una educación propia, revitalización de sus lenguas, derecho a una salud y a una espiritualidad pertinentes y el reconocimiento de sus territorios y de sus formas propias de autogobierno y autonomía, son aspectos esenciales que deberán estar contemplados en una nueva Constitución, lo que obliga a pensar en un nuevo marco de relaciones interculturales resguardando las formas propias de acción política de los territorios indígenas y afrodescendientes y validar así el reconocimiento de la legitimidad de sus demandas, aspectos que han estado presentes desde el mismo inicio del actual movimiento social.
En el caso particular del Pueblo tribal afrodescendiente existe, la reciente ley de reconocimiento como Pueblo Tribal afrodescendiente, el cual vincula a un convenio que tiene rango constitucional como es el convenio 169 de la OIT. Otro instrumento internacional donde el Estado de Chile se ha comprometido en generar medidas de inclusión, es el Decenio Afrodescendiente (2015-2024) , el cual se materializa por medio de su plan de acción con el lema; Reconocimiento, Justicia y Desarrollo.
Consideramos que esta decisión de excluir a los pueblos Afrodescendientes e indígenas no se ajustan a los estándares internacionales en materia de derechos humanos, como son; el Derecho a la igualdad y no discriminación, Derecho a la consulta y consentimiento previo y, medidas especiales y acciones afirmativas
Hacemos por lo tanto el llamado de alerta temprana a las decisiones que en este proceso constituyente se considerará. Estamos convencidos que esta nueva carta fundamental deberán tener aspectos que sean inclusivos en la conformación plurinacional de Chile y se incorporen a los pueblos indígenas y al pueblo tribal afrodescendiente a la discusión de iniciativas que sin duda les competen y que como tales están resguardadas por la Convención para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial, por el Convenio 169 de la OIT y por la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Finalmente, apoyamos los motivos del actual estallido social y la legitimidad de las demandas sociales y por una nueva Constitución, pero sabemos también que para los pueblos indígenas y afrodescendientes no basta con la solución de sus problemas económicos y se debe avanzar hacia el reconocimiento de sus demandas y necesidades específicas como pueblos y al amparo de la normativa internacional.
CRISTIAN BÁEZ LAZCANO
DIRECTOR ONG AFROCHILENA LUMBANGA.
Chile.
E-mail: onglumbanga@gmail.com