Juan Carlos Huenchunao, Educador Tradicional de Jardín Relmu: “Siempre estamos rompiendo barreras”

Hace cuatros años, Juan Carlos Huenchunao Obreque, trabaja en el jardín Relmu (Junji) de Cerro Navia. Juan Carlos relata, en una cercana conversación, cómo ha sido su lucha diaria como Educador Tradicional, junto a los niños y niñas: “Cada día es un desafío”.

La Junta Nacional de Jardines Infantiles (JUNJI) señala que ‘potencia, fortalece y promueve a través de la educación intercultural que imparte, la diversidad y la inclusión social como condiciones de una sociedad democrática en su lucha contra todo tipo y formas de discriminación’, además de ‘darle a todos los párvulos de Chile, sin distinciones de sexo o condición, la oportunidad de acceder a una educación inicial que los ayude a su desarrollo posterior’.

Según Integra, en Chile existen más de 100 jardines interculturales, incorporando costumbres y cosmovisión de los pueblos indígenas. “Más de un centenar de jardines infantiles del país desarrolla programas interculturales, que promueven el respeto por la diversidad cultural. Esta experiencia ha beneficiado a niños y niñas de origen chileno y de las diferentes etnias indígenas, incorporando en sus establecimientos el conocimiento del idioma de sus ancestros originarios, sus ritos, mitos, alimentación, música y cosmovisión”.

“Es complicado trabajar (en el jardín), es conflictivo donde vivimos, pero a ahora gracias a dios, a Chaw Nge- nechen estamos avanzando, en la capital, que está muy contaminada, en todos sentidos como yo digo siempre. Pero nos invocamos en nuestro dios que nos acompañe siempre, los niños me quieren mucho, eso me motiva, la mayoría de los apoderados, me dicen ‘te echamos de menos’, cuando no sabían si volvía en marzo, eso es muy motivante”, comienza a relatar Juan Carlos.

“No es fácil trabajar en el jardín, no es fácil trabajar en la capital, hay mucha diferencia, en todo sentido, la gente es diferente, hay mucha maldad, hay mucha droga, entonces eso a veces no deja avanzar a la gente, pero hemos ido sembrando día a día, también para los futuros educadores, que viene detrás de nosotros -porque sería fantástico seguir apoyándolo a ellos- ya que a nosotros nos costó mucho, pero hemos salido adelante y día a día luchamos porque los recursos son muy pocos”.

¿Han recibido apoyo del Estado?

Al Estado chileno le falta inyectar recursos, en eso estamos topando, porque la plata se hace nada, no hay un reconocimiento, no hay una valoración. En los jardines hay pocos mapuche y también le estamos enseñando al no mapuche, entonces es una lucha constante. Ahí ha sido más valorado nuestro trabajo.

¿Qué es lo que usted le entrega a los niños y niñas día a día?

Más que nada que conozcan otros idiomas, yo les enseño mapudungún, nuestras costumbres, palín, purrún, los instrumentos, enseñarles a las tías también, y eso me ha dado buenos resultados, entonces a través de esas estrategias los niños van absorbiendo y aprendiendo día a día.

Además en el jardín de nosotros hay niños y niñas peruanas, haitianos, colombianos, mapuches, no mapuche o winka. Bueno yo también tengo sangre winka, mi segundo apellido es Obreque, pero nosotros sabemos y estamos conscientes de lo que hacemos es interculturalidad, significa que cabemos todos, tenemos que entendernos, saber dialogar, tener contacto con las familias, con los niños. La diversidad está ahí.

Yo como werkén estoy en Cerro Navia, pero en el jardín estoy trabajando algo que no es lo nuestro , por eso cada día es un desafío, para trabajar con los niños, para enseñarle nuestra lengua, nuestra cosmovisión mapuche, nuestra espiritualidad, muchas cosas estamos tratando de entregar.

Finalmente, ¿ha tenido alguna complicación especial en el jardín, o el recibimiento siempre fue bueno?

Complicación siempre hay, siempre estamos rompiendo barreras. Los apoderados en general no nos conocían mucho,  entonces fue una lucha, además como el Estado chileno nunca ha implementado una educación desde la cultura o desde el origen, fue un esfuerzo. Nosotros seguimos pidiendo más participación, ser parte de su planificación, eso ha sido complicado. Hay mucha competencia en esta sociedad, entonces es difícil llevar esta cultura y que la practiquen, pero estamos dando paso a paso.

Fotografía (Seremi Justicia Santiago)

Por Paula Huenchumil Jerez.

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